Y llegó el día que llegamos a Bali, la isla de los dioses! Aterrizamos por la noche, sobre las 12h, y cogimos un Uber para que nos llevara hasta nuestro hotel, que se encontraba en Ubud. Los Uber están permitidos en la isla pero hay una guerra muy fuerte entre taxistas y ellos, así que el conductor del Uber nos pidió recogeros en una zona lejos de la parada de taxis ya que allí no pueden esperar a los clientes.
Elegimos Ubud como punto base para nuestra estancia de 4 noches porque es la mejor zona de la isla para alojarte si quieres tener buena comunicación a las zonas más turísticas de la isla y además es un lugar con bonitos paisajes y buenos hoteles calidad-precio. Ahora bien, como os decíamos en el post de nuestra experiencia en Bali, elegir hotel dependerá de lo que queráis durante vuestra estancia en la isla, si os apetece alojaros en la zona más surfera de la isla, no dudéis en elegir Kuta. En el caso de querer disfrutar de hoteles y villas de lujo, Seminyak. Se recomienda que si vais a hacer estancia de varias noches en Bali, podéis dividir las estancias en dos, entre Ubud y el sur de la isla (Jimbaran, Seminyak o Kuta). En nuestro caso, hicimos cuatro noches en Ubud, desde donde nos movimos a los diferentes puntos turísticos de las islas. Y el último día lo pasamos en Jimbaran ya que fuimos a las islas Gili y volvimos de ellas a pasar el último día.
Disfrutar de las playas de Bali no fue nuestro principal objetivo ya que después de estar cuatro días en Bali nos fuimos cuatro noches a las islas Gili, donde nuestra finalidad allí sí que era disfrutar del sol y la playa.☀ En el post de las islas Gili os lo contamos.
El primer día en Bali no estuvo nada mal, cargado a tope de cosas por hacer. Nos levantamos prontito, sobre las 7 y poco de la mañana. Ducha rápida y desayuno y a las 8 ya estábamos saliendo del hotel donde nuestro guía ya nos estaba esperando para empezar nuestro primer día de actividades en la isla. Nuestro guía, un balinés de pies a cabeza nos esperaba en el hall del hotel cargado de energía y de buen rollo. Con él nos pasaríamos los dos próximos días. Routive, la agencia online con la que contratamos las excursiones, nos escogió este guía que para nosotros fue un acierto ya que nos explicó muchas curiosidades de la isla, de su cultura, religión, etc.
Nuestro itinerario para el primer día fue:
Ubud Norte:
- Arrozales Tegalalang
- Templo Gunung Kawi
- Templo Tirta Empul
- Penglipuran
- Templo madre de Besakih
Arrozales Tegalalang
Empezamos el día visitando los arrozales de Tegalalang, que estaban a una media hora de nuestro hotel. El camino era relativamente cómodo y fácil, a diferencia con otras carreteras que nos encontramos durante la ruta. Los arrozales de Tegalalang son una pasada, de un verde intenso y una vegetación de lo más frondosa. Nos quedamos enamorados de esos campos nada más verlos, qué maravilla!
En nuestro caso, como fuimos muy pronto estuvimos casi solos, aprovechando a hacernos alguna foto y disfrutar de cómo se levantaba el día en los campos. Los campesinos de la zona ya trabajaban la tierra y aunque no es obligatorio sí que te recomiendan pagar un donativo por pasear por sus campos.
Una vez ya habíamos dado una vuelta por las diferentes terrazas de los arrozales y nos explicaron cómo cultivaban el arroz. Nos dispusimos a continuar con nuestra ruta que teníamos prevista para nuestro primer día en la isla.
Templo Gunung Kawi
Siguiente parada, el templo de Gunung Kawi, a unos escasos 20 minutos en coche de los arrozales de Tegalalang. Este templo que se encuentra tallado en la roca se remonta al siglo XI. Cuando lleguéis pasaréis por diferentes puestos de artesanía (madera tallada, pareos, utensilios..) y deberéis de abonar el precio de la entrada que tiene un coste de 15.000 rupias por persona, unos 9euros. En nuestro caso como contratamos las visitas junto con el guía a través de Routive, nuestro guía se encargaba de pagar las entradas, es una manera cómoda para que vosotros os desentendáis de llevar dinero encima. Si vais por vuestra cuenta tened en cuenta que deberéis de llevar monedas en rupias porque no hay cajeros por la zona ni aceptan tarjetas (es parte del encanto del lugar). En el caso de la vestimenta, si no lleváis las piernas cubiertas os harán poneros un sarong (pareo) para cubrirlas. En el caso de que llevéis pantalón os dejarán un cinturón.
El templo lo componen cuatro grandes nichos tallados en la piedra que vigilan el santuario.A continuación, 5 más. Son las tumbas de reyes pasados y sus parejas.
Si continuas paseando por la zona pasaréis por una cascada y unos arrozales que os llevarán a la zona de rezo.
Templo Tirta Empul
Tras pasear por la zona de los arrozales de este templo, volvimos a coger el coche para trasladarnos hasta el siguiente templo a visitar, el templo Tirta Empul, uno de los más importantes de la isla. Es casi imperdonable ir a Bali y no visitar este templo! Por qué? Pues porque es el templo principal donde muchos de los balineses realizan el ritual de purificación.
En este templo podréis bañaros y realizar el ritual de purificación si queréis pero recordad que es necesario llevar el bañador y coger el sarong que te ofrecen en el interior del templo (es de color verde), que es diferente al de la entrada.
Una vez visitado el templo Tirta Empul, nuestro guía nos llevó a hacer una parada a una plantación de tés y cafés donde te hacen una degustación y tratar de convencerte para comprar algo de lo que tienen allí a la venta.
El lugar es bonito y para hacer una parada en el camino está bien pero tampoco es prioritario. Nosotros cuando estuvimos en Zanzíbar estuvimos en un sitio parecido pero nos gustó más.
Tras esta parada en el camino, nos dispusimos a seguir la ruta de nuestro primer día en Bali. El siguiente destino era visitar el templo madre Besakih, sin duda uno de los must de Bali. El trayecto hasta este templo es largo y un pelín peliagudo así que de camino hasta él aprovechamos para visitar un pueblo tradicional de Bali, Penglipuran, y pasear por el bosque de bambú.
Penglipuran es una de las tres villas verdaderamente tradicionales de Bali. Viven con todas las comodidades de las ciudades (luz, agua, internet) pero conservan las tradiciones y estructuras familiares más antiguas. De hecho, para poder vivir en el pueblo, debes de casarte con un habitante o familiar del mismo. Nosotros caminamos por la villa y están acostumbrados a recibir visitantes, así que no te extrañe si ves las puertas de las casas abiertas e incluso si te invitan a entrar. Tienen pequeños negocios de manualidades en sus jardines y pequeños altares.
Templo madre Besakih
Tras la visita a esta villa tradicional nos fuimos camino al templo madre de Besakih pero antes paramos de camino a comer. El trayecto era largo, una hora y media. Así que nuestro guía nos llevó a comer a un bufet (típica parada para los guiris) pero la verdad es que tenía un menú económico y las vistas eran inmejorables!
Una vez comimos, el guía nos llevó hasta el esperado templo madre Besakih. Es llamado así porque es el templo más grande de la isla y uno de los más importante. Ya os habíamos comentado en el post sobre nuestra experiencia en Bali, que esta isla tiene hasta 10.000 templos, así que visitar el que para ellos es el más importante y grande, vale la pena.
Este complejo está formada en total por 22 templos y se encuentran en la falda del volcán Agung. Su construcción se remonta al 926 a.C. El principal de los 22 templos que lo componen es Pura Penataran Agung. Existen tres templos dedicados a la trinidad Hindú: Shiva (el destructor), Brahma (el creador) y Visnú (el preservador). La entrada al templo cuesta 60.000 rupias por persona (unos 3.56€). En el caso de no llevar sarong, en la entrada te dejarán.
Nosotros cuando fuimos, como estaba a punto de celebrarse la fiesta de la «full moon» que para ellos es sagrada, habían decorado toda la zona y estaba así de bonita.
Y ya de vuelta al hotel, teníamos previsto visitar otro templo, al que ya no nos dio tiempo a llegar ya que cierran sobre las 17.30h-18h. Así que el guía nos llevó al hotel donde aprovechamos a relajarnos un rato en la piscina del hotel y acercarnos al centro de Ubud para cenar algo. En otro post os explicaremos los detalles del hotel, que vale la pena verlo… Ah! y también aprovechamos a reservar un par de masajitos que nos haríamos los próximos días. Teníamos un centro delante del hotel que estaba muy bien y los masajes balineses los daban de maravilla! También os lo explicaremos?
Después de un día largo, ya solo nos quedaba descansar y reponer fuerzas para el día siguiente que también tocaban muchas cosas para ver.